EDITORIAL
Resistencia microbiana. Un problema de salud a nivel mundial
Microbial resistance. A healthcare to scale worldwide problem
Miguel Ángel Serra Valdés
Especialista Segundo Grado en Medicina Interna. Máster en Enfermedades Infecciosas y tropicales. Diplomado en Educación Médica Superior. Profesor Auxiliar de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Hospital General Docente "Dr. Enrique Cabrera". La Habana. Cuba. maserra@infomed.sld.cu
Recientemente, la OMS publicó su primera lista de "patógenos prioritarios" resistentes a los antibióticos, en la que se incluyen las doce familias de bacterias más peligrosas para la salud humana. Esta lista se elaboró para tratar de guiar y promover la investigación y desarrollo de nuevos antibióticos, como parte de las actividades de la Organización Mundial de la Salud para combatir el creciente problema mundial de la resistencia antimicrobiana.1
Una de las decisiones más lógicas sería la producción de nuevos antimicrobianos, lo cual requiere serias investigaciones que no pueden ser generales, puesto que deben partir, en una primera etapa, de cada localidad, territorio, país, a través de sus instituciones de salud, pues sus realidades difieren unas de otras considerablemente; en una segunda etapa, hacer uso de los adelantos tecnológicos, ir a la elaboración y producción de nuevos fármacos y vacunas preventivas y/o terapéuticas según el agente infeccioso, que deben ser probados a través de ensayos clínicos. En este sentido, el factor tiempo tiene un papel determinante por la demora en obtener los resultados esperados y requerir cuantiosos recursos financieros.
Aunque hay algunos antibióticos nuevos en fase de desarrollo, no es de prever que ninguno de ellos sea lo suficientemente eficaz contra las formas más peligrosas de algunas bacterias resistentes. Por tanto, se hace necesario concientizar a todos los que tienen que ver con este problema, para que la prevención siga siendo un arma fundamental.
La resistencia a los antimicrobianos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo, y puede afectar a cualquier persona independientemente de la edad, sexo, raza o estatus social. Su ocurrencia transita como un fenómeno natural; sin embargo, el uso indebido de fármacos en el ser humano y los animales, el incremento de los trasplantes de órganos, los tratamientos con inmunosupresores, los procederes intervencionistas actuales en las Unidades de Terapia Intensiva, la ausencia de políticas de antibióticos bien establecidas y la no adhesión a Guías clínicas por parte de algunos profesionales, aceleran esta peligrosidad y además se incurre en la prolongación de los tratamientos, por ende, de las enfermedades, así como de las estancias hospitalarias, que incrementan los costos sanitarios y constituyen una carga económica familiar.
Además, hay otros factores que influyen sobre este problema de salud cada vez más preocupante, entre los que podemos destacar: la violación de las normas higiénico-epidemiológicas en las instituciones de salud; inadecuado funcionamiento de los Comités Fármaco-Terapéuticos y Comité de Antibióticos, en particular; la poca actualización del personal médico; funcionamiento ineficiente de la vigilancia epidemiológica en general y vigilancia en la infección hospitalaria, y falta de fluidez en la información, entre otros. Sin olvidar que, en la actualidad, la facilidad y frecuencia de desplazamiento de las personas dentro de un mismo país y el fenómeno de las migraciones, han contribuido también al fenómeno de la resistencia microbiana.
Todos estos factores negativos, sin dudas, también ejercen su influencia e inciden en la problemática de la resistencia y multirresistencia antimicrobianas en nuestras instituciones de salud, tanto en centros hospitalarios como en la comunidad (como sucede actualmente con las neumonías), y la única forma de detenerlas está en manos de los profesionales de la salud, las autoridades sanitarias, los gobiernos con sus recursos, la investigación científica y la sociedad en general.
Por las razones antes expuestas, consideramos que la resistencia microbiana constituye en nuestros días un problema de salud de gran envergadura a escala mundial y con muy pocas posibilidades reales de solución inmediata, por lo que la prevención se convierte en un escudo importante.
Exhortamos a todos los implicados a sumarnos al llamamiento de la OMS para, desde nuestra responsabilidad dentro del Sistema Nacional de Salud, enfrentar y controlar esta difícil situación que afecta hoy a toda la humanidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. OMS. La OMS publica la lista de las bacterias para las que se necesitan urgentemente nuevos antibióticos. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2017/bacteria-antibiotics-needed/es/
Recibido: 24 de abril de 2017.
Aprobado: 24 de mayo de 2017.
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