Las nuevas y poderosas tecnologías diagnósticas y terapéuticas en la práctica clínica de la Medicina Interna

EDITORIAL

 

Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
Facultad de Ciencias Médicas "Dr. Enrique Cabrera"

 

Las nuevas y poderosas tecnologías diagnósticas y terapéuticas en la práctica clínica de la Medicina Interna

 

The new powerful therapeutics and diagnosis technologies on the clinical practices in Internal Medicine

 

 

Dr. Miguel A. Serra Valdés

Especialista Segundo Grado en Medicina Interna. MSc. en Enfermedades Infecciosas. Diplomado en Educación Médica Superior. Profesor Auxiliar. E.mail: maserra@infomed.sld.cu

 

 


 

El desarrollo tecnológico como fenómeno propio del desarrollo humano no puede verse como causa de deterioro de la Medicina Interna y la Clínica, en general, sino como un influyente agente de cambio positivo hacia la eficiencia del proceso del diagnóstico siempre y cuando no se utilice en detrimento de ninguna de las aristas metodológicas medulares de la especialidad.

Siguiendo a Pedro Laín Entralgo, las siguientes líneas son las que han definido el pensamiento de la Medicina Interna actual:

  1. Pensamiento anátomo-clínico: relación entre la lesión orgánica y los signos clínicos.
  2. Métodos de medida de las funciones orgánicas y su expresión clínica.
  3. Metodología causal: la demostración de las etiologías de diversas enfermedades.
  4. Metodología experimental: constituye el pilar más sólido de los avances de la Medicina Moderna, sustentando los cuerpos doctrinales de la Patología y Clínica Médica.
  5. Métodos evaluativos de aproximación estadística que están representando una auténtica revolución tanto en el campo de la investigación como en la adopción de decisiones clínicas.
  6. Métodos de gestión clínica, buscando la mejor calidad asistencial, merced a un apropiado uso de los recursos disponibles que son limitados. Su accesibilidad y equidad permiten posibilitar el reparto adecuado de los recursos sanitarios.
  7. Métodos bioéticos: conjunto de actitudes y normas de conducta que cualquier miembro de un equipo sanitario debe aplicar en su quehacer diario. Se asegura el respeto a las decisiones individuales, a la dignidad y a los derechos humanos básicos.

La Medicina Interna requiere, pues, de la constante asociación de la Clínica con las Ciencias Básicas, la Psicología, Farmacología y la Bioética para un buen diagnóstico y para establecer la conducta más prudente y efectiva a los problemas de salud del individuo, la cual se establece partiendo del principio de la individualidad de cada enfermo.

El método clínico, parte de un buen interrogatorio y correcto examen físico, seguidos del apoyo de los medios diagnósticos, de los cuales el profesional de la salud debe saber interpretar sus resultados para poderlos integrar al proceso del diagnóstico.

Los medios diagnósticos no están exentos de riesgos y resultados equívocos, por lo que la interpretación clínica es fundamental. Los recursos terapéuticos actuales imponen a la humanidad, si bien beneficios, también riesgos por reacciones adversas y sobredosis cuando no son bien usados. Por otro lado, las intervenciones con fines terapéuticos, en muchas oportunidades son empleadas sin que el enfermo tenga la información completa sobre sus ventajas y posibles complicaciones, violándose así el principio de autonomía y convirtiendo el consentimiento informado en un legajo que sirve de descargo en caso de una complicación severa o letal.

La tecnología a pesar de ser resultado del desarrollo científico se ve manejada en el contexto de la globalización neoliberal como una mercancía y por ello muchas empresas capitalistas estimulan su consumo indiscriminado. La tecnología es un medio y nunca un fin, no residiendo su problemática en la misma técnica, sino en las personas que la comercializan y las que la utilizan que no siempre son las mismas.

El consumo de los productos del desarrollo tecnológico, aplicado al diagnóstico y el tratamiento es impulsado no solo por los medios de información del ambiente profesional médico, sino también en los de carácter masivo, en los que, a veces, con franca intención de fomentar el mercado y otras deslumbrados sin clara comprensión del efecto sicológico que tiene tal información en el personal de la salud y la población, se condiciona su uso desmedido.

En nuestro país, la asistencia médica constituye una prioridad y derecho ciudadano, pero también se manifiestan las consecuencias de una situación económica desfavorable empeorada por un embargo económico y financiero de más de 50 años. Por tales razones, la voluntad política de mejorar el acceso a las tecnologías médicas debe ir acompañada por el tacto en la liberación de información de modo que no se cree un optimismo tecnológico ingenuo.

La aplicación correcta del método clínico y, como parte de este, el uso prudente y racional de los recursos diagnósticos y terapéuticos tiene múltiples factores positivos y negativos, lo que hace necesario todo un sistema de influencias que rebase los marcos de la Medicina Interna y la universidad médica, pues se extiende a muchos otros sectores de nuestra sociedad.

La frase de nuestro Comandante en Jefe: "Si queremos tener médicos de vanguardia es necesario una formación, una educación y una docencia de vanguardia" podrá hacerse realidad para los internistas y clínicos en general en la medida que logremos pensar, sentir y actuar, permeados por una elevada preparación científica, cultural, política, económica y ética.

 

 

Recibido: 12 de Diciembre de 2013
Aprobado: 23 de Diciembre de 2013

Añadir comentario