HISTÓRICO
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía "Dr. Rafael Estrada González"
Vida y obra de los primeros representantes de la práctica médica internacionalista cubana (1864-1964)
The work and life of the pioneers representing the International medical practice in Cuba: (1864-1964)
Rosaralis Santiesteban FreixasI, Rosaralis Paneca SantiestebanII
I
Profesora Titular. Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
"Dr. Rafael Estrada González". e.mail: rosaralis@infomed.sld.cu
II
Asistente. Instituto Nacional de Endocrinología y Enfermedades Metabólicas.
e.mail: lis@infomed.sld.cu
RESUMEN
Introducción:
la ayuda internacionalista en los servicios médicos y oftalmológicos
cubanos es bien conocida aunque no ha sido bien estudiada la obra de sus iniciadores.
Objetivo: mostrar la vida y obra de los primeros médicos cubanos
en dar servicios gratuitos fuera de Cuba, especialmente en la Oftalmología.
Material y Métodos: se revisaron los materiales y revistas médicas
de los siglos XIX y XX, las bibliotecas y los archivos de historia de diversas
provincias del país.
Desarrollo: los primeros que practicaron
la prestación de servicios oftalmológicos gratuitos a población
pobre de otros países antes de la revolución fueron, los hermanos
Rafael y Francisco Argilagos. Rafael fue además el primer médico
cirujano cubano internacionalista, quien prestó sus servicios como médico
y militar a la población civil, así como a tropas del ejército
mexicano que luchaban contra la invasión francesa, 1864-1867. Adquirió
conocimientos de Oftalmología con su hermano Francisco, quien estudió
en París. El propio Francisco, primer oftalmólogo mambí,
comenzó su práctica internacionalista a beneficio de los pobres
en las islas del Caribe, Colombia y Venezuela. El otro oftalmólogo internacionalista
cubano poco conocido, y el primero en la revolución de 1959, fue Arturo
Guy Taquechel Maymir, en Argelia, 1963, miembro activo y gran docente de la Facultad
de Ciencias Médicas ¨"Comandante Fajardo".
Conclusiones:
Rafael Argilagos fue el primer médico internacionalista cubano. La Oftalmología
en particular es la especialidad que más médicos ha enviado a cubrir
misiones humanitarias en el exterior y la primera en hacerlo, según datos
que en este trabajo se aportan.
Palabras clave: internacionalismo médico, médicos de las Guerras de Independencia Cubana, servicios de Oftalmología gratuitos.
ABSTRACT
Introduction:
the internationalist help in Cuban medical services is very well known,
though pioneers have not been well studied and be known.
Objective: to demonstrate who were the firsts Cubans doctors that offer
to do free services out of Cuba in ophthalmology and how were their work and
life.
Material and Methods: searched works and medical journals of XIX
(nineteenth) and XX (twentieth) centuries, libraries and history files in different
provinces of the country.
Results: it seems that the first doctors who offered free ophthalmological
services to poor people from other countries were the brothers Rafael and Francisco
Argilagos. Rafael was the first Cuban internationalist surgeon; offering services
as physician and military to civilians and troops from the Mexican army who
were fighting the Spanish for the Cuban independence later. Francisco himself
the first rebel ophthalmologist who began his internationalist practice for
the poor in the Caribbean, Colombia and Venezuela, after having been fighting
in the Independence Cuban war of 1868. Another known internationalist ophthalmologist
and the first one in the 1959 revolution was Arturo Guy Taquechel Maymir in
Algeria in 1963, active member and acknowledge teacher in Comandante Fajardo
Faculty of Medical Sciences. Medical and social characteristics of the three
people mentioned above have been described.
Conclusions: Rafael was the first Cuban internationalist doctor.
Ophthalmology has been the specialty that has sent more specialists to cover
humanitarian missions abroad and the first one to do it, like has been demonstrated
in this work.
Key words: medical internationalism, doctors in Cuban Independence war, free ophthalmologic services.
INTRODUCCIÓN
La ayuda internacionalista en los servicios médicos cubanos es materia conocida, dado el alcance y el beneficio a la población de gran número de países necesitados y la abnegada labor de los que en ellos la practican, lo que ha sido expresado en artículos de prensa con referencia a esa ayuda; además enriquecen esa información los testimonios de miles de personas que agradecen esos servicios en general y, en especial, los de la Oftalmología que han devuelto la visión a cientos de miles de personas pobres.
Antes del triunfo de la Revolución Cubana era muy raro que los cubanos practicaran, de manera gratis, la medicina y menos la Oftalmología, especialidad considerada de élite, y si se hacía era por cuenta propia y no del gobierno u organizaciones de sus países.
En las obras sobre la historia de la Oftalmología en Cuba,1-3 se habla de personas que vinieron a trabajar en la Isla e introdujeron su práctica, como el corzo Antonio Antonmarchi, último médico de Napoleón, quien practicaba la operación de cataratas y había escrito libros de la especialidad; actuó 2 años en diferentes provincias de Cuba y murió en Santiago de Cuba por enfermedades tropicales.
Otro fue Carlos Carrión de Villards, de Turín, Italia, quien trabajó en La Habana e introdujo el método de extracción de cataratas con ojo abierto, lo que enseñó al escocés Eduardo Finlay Wilson, quien radicaba desde hacía años en esa ciudad. 4 En la bibliografía revisada no se encontraron menciones a cubanos que hubieran practicado la Oftalmología y la Medicina fuera de nuestro país a favor de otros pueblos sin obtener beneficios económicos por esa práctica.5-7 Solo algunos que estudiaron Medicina en los Estados Unidos y se encontraban allí durante la Guerra de Secesión se sumaron a ella, donde actuaron como oficiales de sanidad. 8
OBJETIVO
Mostrar la vida y obra de los primeros médicos cubanos en dar servicios gratuitos fuera de Cuba, especialmente en la Oftalmología.
MATERIAL Y MÉTODOS
Para la realización de nuestra investigación se revisaron fuentes de información como: revistas médicas de los siglos XIX-XX, materiales bibliográficos y de prensa en el Archivo Nacional, Oficina del Historiador de Salud Pública, Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y los archivos de Historia de diversas provincias del país, especialmente en las de La Habana, Santiago de Cuba y Camagüey, y entrevistas con descendientes de los personajes estudiados.
DESARROLLO
En la obra Historia de la Oftalmología, de Enrique López, se encontró la confirmación del trabajo oftalmológico de varios extranjeros, quienes estuvieron o se quedaron en Cuba practicando la especialidad, pero realmente no se obtuvo ninguna evidencia sobre algún tipo de trabajo médico gratuito por parte de médicos cubanos en el exterior. Más recientemente en la obra Historia de la Oftalmología en Cuba, de la autora principal de este trabajo, se ratifica y se aportan elementos sobre algunos de los que aquí se mencionan. 1
Excepto el trabajo de Santos Fernández en España, cuando trataba de hacerse oftalmólogo y adquirir práctica en una aldea de España, donde se encontraba de vacaciones, en 1874,9 no hay indicios de profesionales cubanos que salieran del país y realizaran trabajo oftalmológico gratuito en el extranjero durante el siglo XIX.
Los primeros cubanos internacionalistas que practicaron la prestación de servicios médicos a población pobre de otros países, fueron los hermanos Rafael y Francisco Argilagos Ginferrer; Rafael durante 1864-1867, en México, y Francisco Argilagos, el primer oftalmólogo mambí, entre 1872-1899, en varias islas del Caribe, Venezuela y Colombia. 10 Después de 1959, en la Oftalmología cubana destaca la figura de Arturo Guy Taquechel Maymir, Argelia, 1963, quien formó parte de la primera brigada internacionalista compuesta por varios especialistas de diversas ramas.
A continuación, ofrecemos los datos más connotativos de estos insignes oftalmólogos.
Rafael Silverio Argilagos Ginferrer. 1833-1869, primer médico internacionalista cubano. (Figura 1). Nacido en Camagüey el 11 de octubre de 1833, en una familia de terratenientes, de madre criolla, María Soledad Ginferrer de Socarrás, y de padre catalán. En París, terminó la carrera de ingeniero civil y seguidamente matriculó la de Medicina, que culminó en 1861 como primer expediente de su curso y un magnífico trabajo sobre la Lepra Griega, y volvió a examinar en España. 10,11
Rafael ejerció corto tiempo su profesión en Cuba, solo trabajó apenas un par de años en Camagüey y Santiago de Cuba junto a su hermano Francisco, quien practicaba con preferencia la Oftalmología, ayudándose mutuamente. En 1864, Rafael emigró a México, donde sirvió como médico y militar bajo las banderas del presidente Benito Juárez. Allí prestó sus servicios a la población civil y a las tropas del ejército mexicano que luchaban contra la invasión francesa, lo que transcurrió entre 1864 y 1867. En México, Rafael llegó a alcanzar el grado de Comandante Efectivo del Ejército Nacional, y a dirigir el Hospital Militar de Córdoba, como médico cirujano en jefe, muy estimado por la población. Fue ayudante del jefe del ejército, General González Ortega.
En 1867, regresó a Cuba, y al iniciarse la Guerra de Independencia de 1868 tomó parte activa en ella. Desde el inicio destacó en Camagüey por su experiencia, valentía y destreza como combatiente, y también como cirujano de guerra, curando a heridos de cualquier bando. También sobresale por sus conocimientos y dotes militares, su actividad asombrosa, su temerario arrojo, sus órdenes breves y contundentes, su certera puntería y su caja de instrumentos quirúrgicos al lado, que nunca abandonaba para comenzar con su labor de médico cirujano, ayudado por su hermano, en cuanto terminaba el combate.
Al comenzar la contienda, Rafael fue rápidamente puesto al frente de numerosos grupos de hombres a los que entrenó en el uso de las pocas armas con que se contaba al inicio de la guerra. La frase repetida por Rafael era: Nuestra ocupación, la guerra. A guerrear pues. Suya y no de otro jefe es la breve frase de respuesta cuando se le preguntaba sobre el sitio para la posible retirada en un combate y contestaba: El cementerio. 11
Y así hizo cuando le tocó luchar en su último combate, pero ni ese lugar le fue dado alcanzar, pues sus restos no tuvieron sepultura. Murió el 20 de febrero de 1869, habiendo alcanzado los grados de General de Brigada combatiendo contra el ejército español. Un escrito que mandó el 28 de febrero de 1870 su hermano Francisco al New Herald de Nueva York, ha servido para conocer estos hechos y la forma heroica en que cayó Rafael en combate.20 Estas pruebas se hallan en el Fondo Francisco Argilagos, que existe en el Archivo Provincial de Historia de Santiago de Cuba. 11
Rafael fue el primer cubano internacionalista que practicó la Oftalmología, la Medicina y la cirugía gratis en el extranjero, al igual que hizo después en su patria durante la guerra de 1868. 10
Coronel Francisco Rosalío de Jesús Argilagos Ginferrer. 1838-1908, el primer oftalmólogo mambí e introductor en el mundo de la luz aneritra para el examen de fondo de ojo. 12 Nace el 4 de septiembre en la ciudad de Puerto Príncipe; hermano de Rafael, aunque 5 años menor; emparentado con más de 140 combatientes por la independencia, entre ellos su sobrina, Amalia Simoni. Antiesclavista furibundo, siempre adelantado en pensamiento a su época. Fue una persona muy culta, amante de los sufridos y el estudio de las lenguas y costumbres de los aborígenes de América, de lo cual dejó decenas de escritos importantes, algunos de los cuales compusieron el libro Prosas Selectas, 13 y otros tres de historia de las Guerras de Independencia.
Hombre delgado, pero fuerte y de buena estatura; ojos verdes en órbitas algo amplias y frente despejada. (Figura 2). En su interior fue un hombre inquieto que se formó en la escuela vareliana de José de la Luz y Caballero. Su valor principal radicó en sus ideas, consecuente con su acción, el contenido científico-literario de su vida y su vigencia política y científica.
Francisco Argilagos Ginferrer también estudió en Francia, pero se dedicó específicamente a la Oftalmología. Fue el descubridor e introductor de la luz aneritra o libre de rojo en el estudio del fondo de ojo en París. En 1861, le adicionó a ese estudio una lente con filtro de óxido de uranio que no dejaba pasar los rayos rojos del espectro, luz aneritra, o libre de rojo, para mejorar la visualización de las estructuras del polo posterior del ojo y disminuir la fotofobia, lo que presenta a la Academia de Ciencias de París y publica.
Ese descubrimiento se perpetuó a través de dos siglos y actualmente la "lentilla Argilagos" como sus colegas de la época lo llamaban, o de luz aneritra, se sigue usando para el estudio fondoscópico; sin embargo, no se le conoce en el mundo a pesar que lo dejara publicado. 14 Ese filtro de luz sirvió en una recientemente descubierta aplicación para destacar la pérdida de fibras ganglionares de la retina, lo que fue un elemento fundamental para el diagnóstico de la controvertida epidemia de neuropatía que apareciera en Cuba en 1992. 15-20 En Francia, Francisco escribió dos libros de la especialidad, 13 artículos, varios de ellos para los Anales de la Oftalmología y Gaceta del Hospital de París (1860-1861). Para ese año, por sus méritos fue electo el primer secretario de la primera sociedad universal de esa especialidad. 21
Regresó definitivamente a Cuba para seguir la tarea de insurrección que venía llevando a cabo con expediciones desde 1858 y preparar la lucha armada la que no se inició hasta 1868. Días antes viajó a Nassau para ayudar en la organización de la primera expedición armada que llegara a la Guerra de Independencia Cubana, en diciembre de 1868, en el buque "Galvanic". 12
Dirigió tropas en el Ejército Mambí, donde alcanzó los grados de coronel por su participación en diversos combates; fue hecho prisionero en 1871 y logró escapar poco después hacia el Caribe, donde vivió hasta 1899. Allí comenzó su práctica médica internacionalista en beneficio de los pobres, con servicios gratuitos para ellos, lo que realizó en las Islas de Saint Thomas, desde 1871 al 73, Puerto Rico 1874, Santo Domingo y Haití 1874 y 1875, Curazao 1875, Colombia y Venezuela desde 1876 a 1899. En la República Dominicana luchó al lado del portorriqueño Emeterio Betances y el general dominicano Gregorio Luperón en la Liga de Las Tres Antillas. Vivió en Venezuela y Colombia realizando diversas actividades de desarrollo y anunciando dar asistencia médica y oftalmológica gratis a los pobres.
Regresa a Puerto Príncipe con su esposa e hijos en 1885 y funda la policlínica de vacunación antivariólica gratis, restaura las ferias agropecuarias del Casino Campestre y realiza importantes obras sociales e industriales. Durante años fue cirujano del hospital militar de Barranquilla, Colombia, donde realizó importantes actos quirúrgicos, además de la práctica oftalmológica. Francisco se destacó como historiador, periodista, escritor, arqueólogo, filólogo, etnólogo, pintor, poeta, industrial, hombre público, antiesclavista, conspirador, combatiente por la libertad de Cuba, y político antiimperialista; ello sin dejar de luchar por la libertad de su patria desde el exilio, fundando clubs libertarios como el del Partido Revolucionario Cubano en Barranquilla y preparando a combatientes para la nueva contienda que se inició en 1895.
Al iniciarse la nueva guerra de 1895 envía a sus hijos mayores a combatir por la patria, que terminan como comandantes del Ejército Libertador.
Al terminar la Guerra de Independencia vuelve a Cuba y decepcionado por lo acontecido declaró: «Para mí la revolución no ha terminado». El resto de su vida la pasó tratando de revertir esa situación, luchando contra la intervención norteamericana y el gobierno de Tomás Estrada Palma que permitía la entrega del país a los Estados Unidos de América, actitud que le costó su tranquilidad económica e innumerables vejaciones como fuerte opositor. 22
Aunque ayudado a seguir trabajando como médico por su excondiscípulo de París, Carlos Juan Finlay Barrés, falleció el 9 de noviembre de 1908, en total pobreza económica, a la edad de 70 años, El pueblo santiaguero lo despidió rindiéndole honor a su paso y acompañando sus restos. Se le puso su nombre a una calle. Máximo Gómez se refirió a él en El Viejo Eduá.23
Arturo Guy Taquechel Maymir. (Figura 3). Después de la revolución de 1959, el primer oftalmólogo cubano internacionalista fue Arturo Guy Taquechel Maymir. Miembro activo y gran docente de la Facultad de Ciencias Médicas "Comandante Fajardo", quien junto a médicos de otras especialidades llevó a cabo esa sagrada labor en Argelia, 1963.
Según testimonios de quienes lo conocieron, Taquechel fue miembro del Directorio estudiantil, combatiente de la clandestinidad, y el 26 de Julio. Como parte de su labor clandestina, atendía a los revolucionarios heridos o enfermos, que le solicitaran sus servicios. Su casa fue registrada en más de una ocasión. Al triunfo revolucionario, dice su hijo que el Comandante Camilo Cienfuegos personalmente, le envió sus grados como teniente. Fue organizador y miembro de la Sanidad Militar, 1959-60, vistiendo el glorioso uniforme verde olivo con sus grados. Iniciador del plan de llevar los servicios médicos a las montañas, en el primer año de la Revolución. Médico combatiente de la Limpia de El Escambray, en un batallón de milicias y movilizado en el ataque mercenario por Playa Girón.
Por su actividad científica y prestigio había merecido la vicepresidencia y luego la presidencia de la Sociedad Cubana de Oftalmología, 1961 y de la comisión de redacción de su Revista Cubana de Oftalmología, tiempo en que un buen número de oftalmólogos abandonaban el país y él asumía diversas tareas revolucionarias, especialmente en la enseñanza, que quedaba sin profesores de la especialidad.
Taquechel fue un gran publicista; escribió más de 20 artículos, varios de Neuroftalmología y el primer libro de Oftalmología después de la Revolución Cubana en 1959. 24 Fue responsable docente del Servicio de Oftalmología del Hospital General Calixto García y al inaugurarse el Instituto de Neurología y Neurocirugía pasó a ocupar plaza como neuroftalmólogo en ese centro. Allí prosigue con la docencia esta vez a residentes y alumnos de la Facultad de Ciencias Médicas «Comandante Fajardo». Taquechel falleció en 1970.
La semilla sembrada fructificó y se siguió desarrollando por sus más de 40 continuadores, quienes en cursos de postgrado, diplomados y gran número de publicaciones, las más recientes en libros de la especialidad llevaron la Neuro- oftalmología a toda Cuba y luego comenzaron las tareas internacionalistas en el Plan Milagro, en Argelia y otros países.
En la revisión histórica realizada, aunque se han reconocido a Rafael y Francisco como médicos de la Guerra de Independencia de 1868 y a Francisco, como brillante oftalmólogo formado en París, excepto en un solo trabajo cubano y en la biografía de Carlos Juan Finlay, no se han hecho públicos el valor de sus aportes científicos, Tampoco se han encontrado citas sobre el tema de internacionalismo cubano en el siglo XIX ni artículos donde se reconozca a los Argilagos como nuestros primeros profesionales, quienes brindaron desinteresadamente sus servicios médicos a otros pueblos, lo que debe ser recogido en nuestra hermosa obra de internacionalismo de lo que queda aún mucho por escribir.
CONCLUSIONES
Los primeros médicos cubanos internacionalistas fueron los hermanos Argilagos, en el siglo XIX. El General de Brigada de la primera Guerra de Independencia mambisa, quien muriera en combate, Rafael Argilagos fue el primer médico cirujano que prestara sus servicios gratuitos a población necesitada tanto en la Oftalmología como en cirugía y Medicina en general, lo que sucedió en México desde 1864 al 1867; hasta ahora era casi desconocida su existencia, así como la de su hermano el Coronel Francisco Argilagos, el primer oftalmólogo mambí, quien hiciera importantes y vigentes aportes a la Oftalmología mundial. Arturo Taquechel fue el primer oftalmólogo cubano que cumpliera misión después del triunfo de la Revolución Cubana con un comportamiento científico y revolucionario destacado. Los tres tuvieron una actitud ejemplar en la defensa de la patria y la solidaridad con los pobres de otros pueblos. Sus vidas deben ser destacadas, pues son poco conocidas y constituyen un ejemplo a imitar por las nuevas generaciones de cubanos.
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Recibido:
23 de enero de 2014
Aprobado:
15 de mayo de 2014
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