La formación axiológica en los profesionales cubanos de la salud: una mirada hacia la universidad

CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

 

Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
Filial de Ciencias Médicas "Dr. Efraín Benítez Popa", Bayamo, Cuba  

 

La formación axiológica en los profesionales cubanos de la salud: una mirada hacia la universidad

 

The axiological formation in the cuban professionals of the health: a look toward the university

 

 

Mónica García RagaI, Ibraín Enrique Corrales ReyesII, Juan José Reyes PérezIII

I Especialista Segundo Grado en Pediatría. Especialista en Docencia Universitaria. MSc. en Atención Integral al Niño. Profesora Auxiliar. Filial de Ciencias Médicas "Dr. Efraín Benítez Popa". Bayamo, Cuba. e.mail: monicagara.grm@infomed.sld.cu
II Estudiante de Estomatología. Alumno Ayudante de Cirugía Maxilofacial. Filial de Ciencias Médicas "Dr. Efraín Benítez Popa", Bayamo, Cuba. e.mail: divulgacionabri@infomed.sld.cu
III Doctor en Ciencias. Profesor-Investigador. Universidad Técnica de Cotopaxi. Extensión La Maná, Ecuador. e.mail: jjreyesp1981@gmail.com

 

 


RESUMEN

Introducción: la educación en valores de las nuevas generaciones de profesionales cubanos de la salud constituye un imperativo ante los dilemas que impone el mundo actual.
Objetivo:
el presente manuscrito tiene como objetivo exponer algunas consideraciones teóricas sobre la formación axiológica de los profesionales cubanos de las Ciencias Médicas.
Material y Métodos:
se emplearon los métodos análisis-síntesis e inducción-deducción y se recopiló la información a través del empleo del motor de búsqueda Google.
Desarrollo: para los profesionales cubanos de la salud la formación en valores fomentada desde sus etapas como estudiantes universitarios se erige en una poderosa herramienta que les posibilitará demostrar competencia en su desempeño y una actuación ciudadana digna de los más altos valores morales.
Conclusiones:
la formación axiológica supone el compromiso de la Institución, los profesores y de toda la comunidad educativa, así como el papel activo del estudiante como sujeto de su propia formación.

Palabras clave: valores, formación, actuación, profesionales cubanos de la salud.


ABSTRACT

Introduction: the education in values of the new generations of Cuban professionals of the health constitutes an imperative before the dilemmas that it imposes the current world.
Objective:
the handwritten presented has as objective to expose some theoretical considerations about the axiological formation of the Cuban professionals of the medical sciences.
Material and Methods:
the methods analysis-synthesis and induction-deduction were used and the information was compiled through using Google search tool.
Development:
for the Cuban professionals of the health the formation in values fomented from its stages like university students is erected in a powerful tool that will facilitate them to demonstrate competition in its acting and a civic performance worthy of the moral highest values.
Conclusions:
the axiological formation supposes the commitment of the institution, of the professors and of the whole educational community, as well as the student's active paper as subject of its own formation.

Key words: value, formation, performance, Cuban professionals of the health.


 

 

INTRODUCCIÓN

Educar en valores resulta de vital importancia para el desarrollo de la educación integral de las personas; es un proceso permanente, continuo, que abarca a todas las esferas de la vida y se inserta en lo inherente a la familia, en la comunidad donde se vive, en el centro de estudios, en el trabajo, en fin, está presente en todo momento de la vida. 1-3

La educación en valores de las nuevas generaciones de profesionales constituye un imperativo de toda sociedad que tenga como centro de atención al hombre. Incluso, en aquellas sociedades en las que el mismo constituye un medio y no un fin;  diversas ciencias, entre las que se encuentran la Filosofía, en sus ramas de la Ética (de la cual forma parte la Axiología) y la Estética, la Sociología, Psicología y la Pedagogía han hecho referencia a este importante tema. 4,5

La formación de los profesionales de la salud, ante los dilemas actuales de la ciencia, constituye una las tareas priorizadas de las universidades cubanas debido a que ellos son los artífices y portavoces del sistema de salud cubano y están llamados a interpretarlo, reconocerlo y perfeccionarlo en interés de toda la sociedad. Donde quiera que se desempeñen han de convertirse en un vehículo de transmisión y educación, lo que significa que tienen la obligación de cumplir con el objeto social de su profesión.

La Universidad cubana actual aboga por una sólida formación axiológica como fundamento para comprender la situación en que se vive. Por tal motivo el proceso formativo se ha orientado hacia un enfoque integral para la labor educativa en la Educación Superior.

Para las universidades cubanas resulta un verdadero reto formar profesionales de la salud cuyos valores respondan a una actuación profesional responsable y comprometida con la solución de los problemas de su entorno laboral, demostrando competencia en su desempeño y una actuación ciudadana digna de los más altos valores morales que distinguen nuestra sociedad.

La formación axiológica para la labor educativa en las instituciones universitarias cubanas es una actividad que no se trabaja solo con la intervención de profesores de distintas cátedras, sino desde las actividades docentes, con el respaldo del trabajo metodológico como herramienta que posibilita la gestión del proceso docente-educativo y con énfasis importante en el trabajo extensionista.

Se ha avanzado en la incorporación al currículo y los procesos sustantivos de la Educación Superior de aspectos que tributan a la formación axiológica del profesional. En el ámbito investigativo se han dado pasos de avance, no obstante, aún es insuficiente y quedan aspectos por consolidar en aras de integrar y completar la  formación de los futuros profesionales de la salud, a la altura de las demandas que expone el encargo social.

El trabajo en la formación de valores es un imperativo de esta época, su repercusión en el futuro de la profesión médica obliga a no confiar en la espontaneidad y a proponerse intencionalmente su consecución. La búsqueda de caminos para ello, es el reto. 6-9

 

OBJETIVO

Por lo antes expuesto, este trabajo tiene como objetivo exponer algunas consideraciones teóricas sobre la formación axiológica de los profesionales cubanos de las Ciencias Médicas.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Para el desarrollo de esta investigación, se utilizaron varios métodos de nivel teórico, entre los que se encuentran análisis-síntesis e inducción-deducción. Se recopiló la información en el período comprendido entre el 5 de julio y el 9 de agosto del 2014 a través del empleo del motor de búsqueda Google, que posibilitó desarrollar la consulta bibliográfica en diferentes bases de datos, entre ellas Pubmed, Scielo e Imbiomed, seleccionando los artículos más actualizados y que tuvieran en algún campo las palabras clave: valores, formación, actuación, profesionales cubanos de la salud.

 

DESARROLLO

El concepto valor ha tenido diversas acepciones en dependencia de la ciencia que lo formule, según su objeto de estudio. Por tanto, es una categoría compleja que tiene disímiles enfoques para el análisis. Como fenómeno de la conciencia social orienta la actuación de los hombres, constituye los sueños que guían su quehacer y es una expresión ideológica de sus intereses.1,2

De modo general, puede caracterizarse el valor como un concepto cuya esencia es su valer, el ser valioso, es decir, referido a aquellos objetos y fenómenos que tienen una significación social positiva y tienen una doble función: como instrumento cognoscitivo y como medios de regulación y orientación de la actividad humana.1,10-12

El ejercicio de cada profesión en particular se sostiene en la práctica de una serie de normas (escritas o no) que regulan la relación del sujeto profesional con otros sujetos a los que presta algún servicio (directa o indirectamente), con sus colegas y con el medio social o natural en general. 6-10

Muchas profesiones tienen sus códigos de ética, en los cuales se recogen las normas que rigen la conducta profesional. Por medio de ellos se pueden conocer las exigencias que conforman el "deber ser" de cada profesional, no solo como lo predominante sino como lo mejor, con lo cual se asegura la pertinencia de la actuación y la tendencia al progreso moral. Entre las profesiones que tienen códigos éticos más antiguos, y que han evolucionado hasta nuestros días, está la Medicina. 6-10

Las normas contenidas en estos códigos, que pueden tener sus correlatos o no en las formulaciones de otras formas de la conciencia social (la jurídica, etcétera) garantizan el mejor ejercicio de la profesión médica y para que sean verdaderamente funcionales, deben llegar a formar parte de la personalidad profesional. Estas normas tienen en su base, entre otros, los mejores valores morales del Hombre, los cuales no se leen explícitamente, pero constituyen la plataforma de la imagen moral del médico. 6-10

Los valores ético-morales que han de exhibir los profesionales de la salud, pudieran ser definidos como la significación positiva para la dignidad humana en un sentido amplio y para la satisfacción de necesidades de nuestra especie y la práctica social en un sentido estrecho, de elementos psicológicos que a través de su participación en la autorregulación de la conducta y la corrección de los mecanismos de autorregulación, hacen posible la adaptación de los diferentes niveles de integración en los que está presente el ser humano.5

Las continuas y sustanciales transformaciones de la sociedad actual generan un sinnúmero de conflictos existenciales que ponen en crisis los valores históricamente formados, surgen nuevos valores en una contradicción dialéctica entre "lo nuevo" y "lo viejo" que representa un estado de necesidad para las innovaciones educativas en las universidades cubanas. Quizás esta exigencia de la sociedad constituya un reto que ayude a promover los cambios en la universidad ante la tarea de formar valores en los estudiantes y no quedarse en la simple "aprehensión" de actitudes que no llegan nunca a transformarse en convicciones y consecuentemente contrastan con los nuevos paradigmas de la sociedad.

Las universidades cubanas constituyen un espacio cosmopolita por excelencia para la formación de las nuevas generaciones de profesionales de las Ciencias Médicas, pues son centros difusores de cultura en los que sus claustros de profesores han estado siempre en el vórtice de las transformaciones que la sociedad les impone. En sus recintos ha primado como tendencia fundamental el pensamiento crítico, la necesidad del progreso, la búsqueda del rigor y la verdad en todos los ámbitos y procesos, máximo cuando se trata de cambios en las formas de pensamiento y de promover la capacidad de los estudiantes hacia estos procederes.13,14

La función en la formación académica y educación moral de los profesionales de la salud, así como su creciente responsabilidad con la educación posgraduada y la investigación científica e innovación tecnológica, exigen incorporar a sus contenidos elementos de la Axiología que les permitan participar en el debate contemporáneo y cumplir a plenitud sus obligaciones y responsabilidades sociales.15

El desarrollo científico-tecnológico alcanzado en las últimas décadas no solo ha abierto infinitas posibilidades al mejoramiento de la atención de la salud, sino que también le ha dado al Hombre un enorme poder sobre la naturaleza humana que, no bien orientado y utilizado, puede dañarla con consecuencias imprevisibles.15

Se encuentra aquí el fundamento que justifica el porqué de la inclusión de disímiles elementos de la Axiología en el proceso de formación de este profesional, pues esta se considera un eslabón de engarce entre los valores humanos y las Ciencias Médicas. Además, ofrece la posibilidad de que, teniendo como punto de partida el desarrollo de un análisis particular, a cada persona que presente un problema de salud a resolver, se le aplique un tratamiento adecuado y diferenciado.

La formación axiológica se ubica en el debate de los objetivos y los contenidos que son objeto del aprendizaje de los estudiantes de las Ciencias Médicas como parte de su formación universitaria, lo que justifica que los métodos y los procedimientos que el profesor diseñe para el proceso de enseñanza-aprendizaje de su asignatura, determinan en gran medida la eficiencia en el proceso de formación axiológica.

Comprender que el proceso docente-educativo además de dotar al futuro profesional de la salud de los conocimientos, habilidades y destrezas que debe poseer se propone actuar en el desarrollo de su personalidad, obliga a meditar sobre estos asuntos y, en el marco del trabajo metodológico, induce a llevar a cabo acciones concretas que permitan el conocimiento de los atributos que caracterizan cada valor, trabajar en las esferas valorativa-motivacional y conductual y desarrollar capacidades para la autocrítica y el autoperfeccionamiento. 6-9,16

Por tales razones, para que el proceso de formación logre profesionales de las Ciencias Médicas portadores de los valores más nobles y humanos de la sociedad, es imprescindible que el docente promueva e inculque los principios éticos a través de la palabra y el ejemplo ante sus alumnos; que se desarrolle la formación de valores con las nuevas generaciones interactuando la ética del profesor y la ética del estudiante.1,2

Especialistas en el tema han considerado que para el profesional de la salud no solo es importante recibir una educación rica en valores que coadyuve al fortalecimiento de su formación humanística, sino también comprender en su totalidad el proceso de la valoración que subyace en la relación profesional de la salud-paciente.1,2

Se destaca el papel del profesor como elemento clave por la fuerza de su ejemplo personal y la capacidad que tenga para lograr un protagonismo consciente de los jóvenes en su propia formación. En el caso específico de la Universidad Médica Cubana, conformada por las instituciones donde se brindan los servicios de salud, la responsabilidad formativa se hace extensiva a todos los que se relacionan con los estudiantes en el transcurso de su proceso educativo.17

En la Educación Superior cubana, la formación de valores en los estudiantes de las Ciencias Médicas se sitúa entre los objetivos a alcanzar a nivel de planes y programas de estudio, y su instrumentación en el proyecto de trabajo educativo. Este propósito se encuentra en vías de desarrollo, se trabaja en los medios y métodos para lograrlo, así como en la imprescindible capacitación de los docentes para que cumplan su función educativa.

La formación axiológica de los profesionales cubanos de la salud depende en gran medida de la percepción que ello tengan de las características o atributos del lugar de estudio, o sea, del clima universitario. Las variables propias de la universidad, entre las que se encuentran su estructura y los procesos que se dan dentro de ella, interactúan con la personalidad de los educandos para producir en ellos percepciones y, en consecuencias, comportamientos y actitudes propias o no.

La incorporación de los valores al proceso de enseñanza-aprendizaje en las universidades de las Ciencias Médicas y la creación de condiciones que posibiliten un escenario altamente estimulante para el aprendizaje, requiere  una clara comprensión sobre el papel del enfoque integral y su instrumentación en el proceso docente-educativo, pasando por el diseño del modelo de formación de valores en la Carrera y concretándose en los objetivos formativos del año, como el subsistema donde se logra la integración de lo instructivo y lo educativo. En este sentido, la Extensión Universitaria desempeña un papel fundamental en la formación y desarrollo de los valores pues emplea como soporte la promoción cultural en su concepción más genérica.

Resulta normal que la formación y asimilación de esos valores se produzca allí donde se generen; o sea, en la construcción cultural misma, en las praxis sociales y económicas de la reproducción de la vida. Mediante  los procesos formativos se identifican los contenidos éticos y espirituales de las prácticas cotidianas, como elemento que refuerza y consolida aquellos valores que logran reproducir la calidad de vida de la persona y permiten a la generación presente dejarlos en herencia digna a la venidera.18

La formación en los profesionales de la salud de valores compatibles con los que están socialmente institucionalizados en Cuba resulta una tarea compleja. Esos valores que brindan la base jurídica, legal y ética a la formación de los recursos humanos y al ejercicio profesional en el sector de la salud, han pasado a constituir el núcleo fundamental de la misión de la Universidad Médica Cubana, la que deberá contribuir de forma protagónica a educar a los futuros profesionales de la salud en principios que los lleven a ejercer su labor con solidaridad, responsabilidad, sinceridad, honestidad, altruismo, lealtad, amor, colectivismo y justicia; de modo que el desarrollo científico-técnico en lugar de contribuir a la deshumanización del ejercicio profesional, sea aprovechado como un medio para respaldar el derecho universal del Hombre a la salud y el respeto a su integridad.17

La ciencia para el siglo XXI enfrenta hoy una visión y marco de acción en América Latina y el Caribe ante la imperiosa necesidad de avanzar en su proceso de desarrollo económico y social sustentable y es en ese proceso donde la ciencia, la tecnología y la innovación deben contribuir a elevar el nivel educativo y cultural de los profesionales, lo que a su vez implica el requerimiento de nuevos compromisos ante los actores sociales. La Educación en valores profesionales dentro de la ciencia debe encaminarse fundamentalmente a la formación y desarrollo de valores humanos contextualizados y dirigidos hacia la profesión; al ser esta el conjunto de reglas y principios que rigen determinada conducta del profesional, y en los que subyace un conjunto de valores que definen y caracterizan a la misma.

El estudio de la esfera profesional ha sido abordado por diferentes investigadores. Los trabajos realizados se han dirigido en lo fundamental a descubrir la organización de la motivación profesional en la personalidad, a partir del análisis de las configuraciones de formaciones motivacionales complejas. Los valores profesionales como motivos que se integran y configuran en la esfera de la profesión como unidades psicológicas dentro del sistema motivacional de la personalidad, son entendidos como motivos que orientan y regulan la actuación profesional y representan una unidad individual, irrepetible por su contenido en cada sujeto concreto. Desde esta concepción teórica, los motivos intrínsecos se configuran como valores profesionales y expresan la significatividad de la profesión para el sujeto, constituyendo una construcción individual de este. La presencia de motivos de carácter social y moral en la motivación profesional es un elemento importante en la conformación de los valores profesionales.19

Este proceso debe comprenderse a partir de la historia personal del sujeto y sus experiencias, lo que se manifiesta cómo se ha ido conformando la valoración hacia la profesión a través de diferentes etapas de desarrollo de la personalidad, desde las primeras edades hasta su formación como profesionales. El carácter complejo y holístico del proceso apunta hacia la necesidad de comprender cómo los valores se van dimensionando y  reconceptualizándose a partir de diferentes situaciones y condiciones en las cuales el sujeto se implica en el marco de la profesión y sus diferentes sistemas de relaciones.

La educación en valores en las universidades cubanas ha de transcurrir como un proceso sistémico, pluridimensional, intencional e integrado, que garantice la formación y desarrollo de la personalidad consciente, mediante la implicación grupal e individual a través de estrategias en lo curricular, extracurricular y en toda la vida universitaria. Tiene como núcleos rectores la intencionalidad del proceso de formación, el desarrollo de la personalidad, la formación profesional y la transversalidad y encuentra su forma organizativa en el proyecto educativo.20-22

En la formación del profesional es importante destacar el papel de la universidad como escenario singular para lograr tales fines. La motivación que en general se desarrolla en ese proceso y la que, de hecho, poseen los estudiantes, posibilita que la educación en valores a través de lo profesional incida en las aspiraciones, intereses y sentido de la vida de estos y, consecuentemente, vaya desarrollando la personalidad del profesional.

En la Educación Superior cubana la formación de valores en los estudiantes aparece entre los objetivos a alcanzar a nivel de planes y programas de estudio y su instrumentación en el proyecto de trabajo educativo. Este propósito se encuentra en vías de desarrollo, se trabaja en los medios y métodos para lograrlo, así como en la imprescindible capacitación de los docentes para que cumplan su función educativa; sin embargo, aún se aprecian algunas limitaciones en los proyectos de trabajo educativo de algunos centros, tales como imprecisiones en la definición de lo que son los valores, confusión con otras formaciones psicológicas, tales como habilidades, cualidades de personalidad, destrezas; visión simplista de la formación axiológica, al incluir un listado muy extenso de valores a formar en períodos cortos de tiempo, y sin establecer vínculos ni orden jerárquico entre ellos; interpretación mecanicista, conductista de la formación de valores, a partir de un programa de actividades organizadas por los docentes, con limitada participación de los estudiantes en su concepción y desarrollo.

 Estas limitaciones reflejan la subsistencia de la práctica pedagógica tradicional en la Educación Médica Superior, así como la necesidad de continuar trabajando en el sentido de preparar científicamente a los docentes para el abordaje del trabajo educativo relacionado con los valores, como aspecto esencial de su práctica profesional.

La época contemporánea, que se caracteriza por el recrudecimiento del neoliberalismo y la unipolaridad mundial influye en la formación y consolidación de antivalores, propios de las sociedades divididas en clases antagónicas. La llamada "crisis de los valores" constituye un fenómeno internacional y, según estudios realizados sobre el tema, han caducado y entrado en detrimento muchos de los valores (morales, estéticos, religiosos, políticos y otros) que eran considerados eternos en épocas anteriores.1

Se encuentra aquí el fundamento que justifica la importancia de la formación axiológica de los profesionales cubanos de la salud, pues esta se considera un eslabón de engarce entre los valores humanos y las Ciencias Médicas a la vez que se convierte en una herramienta útil para enfrentar el cuestionamiento de los problemas morales que pueden surgir en la sociedad donde viven y desempeñan su labor profesional.

 Los galenos en su quehacer diario deben adoptar muchas decisiones que involucran no solo problemas científicos y técnicos, sino también los aspectos éticos. La Axiología, en sus ejes conceptual-teórico y práctico, exige la mayor responsabilidad moral y capacidad para las decisiones y el ejercicio de acciones frente a la biología de la existencia; de ahí la importancia para estos profesionales de llevar a la praxis una serie de lineamientos y principios axiológicos,23-25  pues se aboga por la formación de un profesional de la salud que se sienta identificado con el humanismo y se muestre totalmente indiferente al marcado carácter mercantilista que en determinadas condiciones pueda tener su profesión, que atienda a sus pacientes con el respeto que ellos, como seres humanos, merecen; que prefiera el bien común al bien individual.

 

CONCLUSIONES

--La formación axiológica en las universidades cubanas se encuentra en un continuo debate; las reflexiones acerca de las praxis educativas precisan de la escuela una mayor participación conjuntamente con la familia y la sociedad en la formación de los valores en las nuevas generaciones.

--La formación de valores supone el compromiso de la Institución, los profesores y de toda la comunidad educativa, así como el papel activo del estudiante como sujeto de su propia formación.

--En la formación axiológica resulta fundamental el modelo de relaciones Interpersonales entre los profesores, y entre cada profesor y sus estudiantes.

--Los catedráticos deben estar conscientes de la necesidad de educar en valores y, consecuentemente, poseer deseos de realizar las acciones educativas. Más que transmitir valores, ellos deben estimular su construcción por los estudiantes a partir de la comunicación entre las personas implicadas en el proceso.

 

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Recibido: 23 de agosto de 2014
Aprobado: 26 de enero de 2015



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