El año 2020 se recordará, infelizmente, por el brote y la expansión en todo el mundo de una terrible enfermedad, originada por el virus SARS-CoV-2 que desestabilizó los sistemas de salud a nivel global, incluyendo a países altamente desarrollados con infraestructuras de salud casi infalibles hasta ese momento. Sin embargo, los efectos de esta pandemia, causada por la COVID-19, deben servir de experiencia para elaborar estrategias sanitarias más eficientes y enérgicas en el futuro.

Hasta el 19 de enero de 2021, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se había reportado un total de 96 437 763 casos diagnosticados con la COVID-19 en 189 países, con 2 060 614 de fallecidos, para una letalidad de 2,13 %; esto sin tener en cuenta los daños económicos y el impacto social con alta repercusión, desatados en la calidad de vida de las personas.

Esta situación también repercutió en la dinámica de las investigaciones y publicaciones científicas en el mundo; en el caso particular de la Revista Habanera de Ciencias Médicas, esta cerró el pasado año con 128 artículos publicados; de ellos, 40 estuvieron relacionados con la COVID-19, incluyendo un suplemento temático. De este total, 11 fueron artículos de investigación originales, 13 artículos de revisión y el resto referente a otras tipologías de manuscritos.

En esta dinámica de las publicaciones, adquirió mucha fuerza el uso de los repositorios preprint como primera fuente para socializar de modo rápido y en mucho menor tiempo los resultados de investigaciones a texto completo, sin publicación previa, pero sin evaluación por pares; experiencia de la que tendremos que aprender y asumir en nuestra práctica editorial como parte de los principios de la Ciencia Abierta. No obstante, esto constituye un reto para nuestro Comité Editorial en aras de mantener la calidad científica de los artículos seleccionados para su publicación. Si bien los repositorios preprint son una ventaja por la rápida divulgación de las investigaciones, tienen como limitante que no son manuscritos revisados por expertos y pueden arrastrar errores metodológicos y/o científicos que invaliden sus resultados, sin contar los riesgos de plagio y mala conducta científica.

Otra de las prioridades dentro de esta nueva dinámica está relacionada con el tiempo de recepción/publicación de estos manuscritos, dada la necesidad de minimizar la demora en socializar una información que puede ser muy valiosa para adoptar decisiones. En este sentido, nuestra revista estableció la prioridad para desarrollar el proceso editorial a los manuscritos que se reciben y reducir los tiempos de recepción hasta su posible publicación. En general, hemos sido muy estrictos en el proceso de evaluación científica, el cual es desarrollado por un grupo de expertos altamente calificados y actualizados en los aspectos más importantes de esta nueva enfermedad, además de establecer indicadores de evaluación afines con el impacto y la pertinencia de la información declarada en estos manuscritos antes de tomar una decisión editorial definitiva. En consecuencia, el índice de rechazo ha tenido un nivel alto, pero muestra el interés de la comunidad científica para aportar perspectivas y experiencias al nuevo conocimiento que se genera sobre esta temática.

Otra de las peculiaridades en esta etapa es que las principales editoriales académicas del mundo pusieron la mayoría de sus publicaciones relacionadas con la COVID-19 en acceso abierto, al seguir la recomendación de la OMS y otras organizaciones, lo que significa un acercamiento de forma abierta a los más relevantes resultados de investigaciones a nivel mundial, y también presupone un cambio de mentalidad para combatir esta emergencia sanitaria global que, sin dudas, requiere el trabajo colectivo y la colaboración entre el personal de la salud y los investigadores, académicos, instituciones y editoriales científicas para así lograr las mejores soluciones y minimizar los daños.

La Revista Habanera de Ciencias Médicas como órgano científico y publicitario de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana ha realizado un importante esfuerzo para adaptarse a esta nueva dinámica sin renunciar a la calidad científica en virtud de acercarles a los lectores de manera oportuna, información novedosa y veraz sobre los aspectos más destacados de una enfermedad completamente nueva y con altos índices de mortalidad a nivel global y, de hecho, muchos de estos manuscritos han alcanzado altos indicadores de lectura y citación.

Evidentemente, aún queda mucho por hacer y perfeccionar para obtener mejores indicadores de calidad y mayor confianza entre los investigadores y los potenciales autores de la revista. Es por ello que en los próximos días estaremos aprobando y publicando una nueva actualización de las Instrucciones para los autores, ahora más adecuadas a los postulados de la ciencia abierta y las buenas prácticas en la publicación científica. Aspectos como la aceptación de manuscritos provenientes de repositorios preprint; la recomendación a los autores a hacer público en repositorios especializados los datos que considere de su investigación como principio de transparencia y credibilidad; la flexibilidad en los procesos de evaluación por pares priorizando siempre la calidad científica de los manuscritos, son, entre otros, los aspectos que se incorporarán y asumirán como nuevas prácticas editoriales, lo cual supone una nueva etapa dentro del proceso editorial. Esta estrategia también nos preparará para la postulación y aprobación a bases de datos de alta visibilidad como las de la corriente principal de Web of Science, Medline y otras de calidad y prestigio a nivel regional y mundial.

Agradecemos una vez más a todos los que han contribuido al funcionamiento y resultados de la revista durante el pasado año 2020, en particular, a los miembros del comité editorial, asesores y colaboradores, y en especial a los autores, quienes con su quehacer son la esencia de nuestro trabajo, en el contexto del XIX Aniversario de la revista este 28 de enero.